Una de las visitas era para traerme esto.
Esta vez sí, de verdad, volvemos al mostrador. A ver, no es que la otra fuera de broma, pero dentro del plan de reincorporación gradual, estábamos media plantilla trabajando en casa y media de forma presencial, y hoy ha sido el primer día, desde marzo, en el que hemos estado todos, lo que implica que ya abríamos los 6 puestos de atención ciudadana. Con todo el ritual de cita previa, máscara, mampara y demás, pero con visos de normalidad. Aunque gracias al sistema de cita previa, pensado para que no se monten colas y aglomeraciones, estamos bastante tranquilos, sobre todo hoy, que a primera hora la mayor parte de la gente que tenía cita no ha aparecido. Algunos porque se equivocan de día, otros de hora e incluso los hay que se equivocan de sitio y van al registro de Hacienda (que no está en la otra punta de Bilbao, pero casi).
Supongo que en dos-tres días se me pasará, pero reconozco que echaba de menos el salseo de la atención al público y sobre todo la interacción humana no telefónica.
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