¡Cowabunga!
Recientemente apareció en ordenadores y consolas este juego de acción que, con unos preciosos gráficos pixelados, nos vuelve a traer a las Tortugas Ninja en un juego de lucha que calca los esquemas de los juegos clásicos de los quelonios más conocidos de la cultura popular, y lo hace utilizando muy bien la fórmula, con un juego que nos puede dar para varias tardes muy entretenidas, como ya hicieran en su día Scott Pilgrim o Castle Crashers.
Sin revolucionar nada, el juego vuelve a la senda de aquellos juegos de Konami, en los que avanzábamos por las pantallas apalizando a sicarios del clan pie y comiendo pizza para recargar la barra de vida, hasta llegar al jefe de final de fase, y así hasta llegar al malo final que solía (y, para sorpresa de nadie, aquí vuelve a ser) el infame Shredder.
Como novedades, tenemos que además de Leonardo, Donatello, Raphael y Michaelangelo aquí podemos manejar a Splinter y April, así como otros personajes que iremos desbloqueando, a medida que cumplamos ciertos logros, y también un sistema de puntos de experiencia, con el que iremos desbloqueando nuevas habilidades, algo que anima a rejugar las pantallas. Además, como tiene el sistema de mapa que popularizó si no me equivoco Super Mario 3, podemos ir de pantalla en pantalla y jugar la que queramos. Y como algunos de los objetivos que nos van asignando nos hacen ir a pantallas anteriores, pues tenemos para horas de diversión.
Pero lo mejor, sin duda, la opción de poderse jugar varias personas en una misma consola, cada uno con su mando y apalizar enemigos en alegre compañía. Sin más consideraciones, un juego que es lo que parece y lo que hace lo hace bien. Tal vez se echa de menos algún tipo de fase de bonus.
La violencia compartida es más divertida.
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