La película es mejor que el cartel.
Metralla, el ficticio grupo metalero que lo petó en los 80 es hoy un grupo disuelto, y cuyos componentes han perdido por completo el contacto. Pero cuando su antiguo líder, Miguel, recibe una cuantiosa oferta para dar un nuevo concierto, tendrán que aprender a dejar sus egos atrás y volver a reunirse, dándose cuenta de que son personas muy diferentes a las que eran, y teniendo que aprender a convivir, entre ellos y consigo mismos.
Un argumento bastante típico da pie a una comedia funcional, que empieza un poco pobre, pero va cogiendo cuerpo y se hace bastante amena y ofrece momentos muy divertidos, encaminados al previsible pero necesario y agradable final buenrollista, que nos permite salir con una sonrisa del cine.
Me vale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario