Hoy era nuestro particular España-Malta, pues tras el desastroso partido perpetrado la semana pasada en Polonia, Bilbao Basket necesitaba ganar hoy por 20 puntos para poder clasificarse para semifinales de la FIBA Cup. Una gesta difícil, pero no imposible.
Para ello hacía falta salir como motos, para empezar a establecer pronto diferencias en el marcador. Y así ha sido, con un primer cuarto abrumador, en el que la distancia empezaba a parecer más corta, pues terminaba 29-17. Solo quedaban 8 puntos por recortar.
En el segundo cuarto ha empezado la fiesta, y cuando un tiro libre de Pantzar ponía el 37-18 en el marcador y empataba la serie allá por el minuto 16, todo empezaba de nuevo. Euforia en la grada cuando pasábamos de 20, pero entonces han llegado Don Vértigo y Doña Pájara, para dar aire a los visitantes, que con un 0-10 le han dado la vuelta no al marcador del partido, pero sí al global. Tocaba remar, pero las canastas no entraban (menos mal que el nivel del Legia es el que es y a ellos también les costaba), pero se arreglaba un poco el despropósito, llegando al descanso 48-32. Insuficiente, pero se ganaba el cuarto. Solo había que recortar 4.
El tercer cuarto se ha mostrado algo más disputado, y como queriendo copiar el segundo cuarto, un nuevo +20 llegaba otra vez de la mano de un tiro libre de Pantzar. Pero ahí nuevo bajón, rivales envalentonados y por suerte el cuarto termina antes de que les dé tiempo a liarla. Se gana el cuarto, recortando otro puntito. 59-42, a falta de 3.
Ya en el último cuarto, aunque ha habido algo de emoción hasta los minutos finales, las ventajas importantes comenzaban a asomar el hocico, pasando varias veces de 25 puntos, hasta que el partido se ha cerrado con el 81-53, que nos daba la eliminatoria y el record de mayor remontada en la historia de la FIBA Cup, que no es que sea un gran hito, pero siempre hace ilusión.
El rival era flojo, cierto, pero 20 puntos hay que levantarlos. Y aunque en ataque no ha andado muy fino Bilbao Basket, y ha tenido alguna desconexión peligrosa, se ha defendido bien, dejando al rival en poco más de 50 puntos, y los aficionados que nos acercábamos hoy a Miribilla hemos disfrutado como gorrinos.
Siguiente parada Chemnitz, donde todo indica que el poderoso Niners nos va a apear de la competición, pero como lo era cuando jugamos hace años contra CSKA, soñar es gratis.
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