Todo es más elegante con un sombrero
Anteúltimo día de fiestas y uno de los grandes, en el que nos juntamos un grupo cuantitativamente considerable. Pero como no todo es fiesta y alcohol, debo decir que ayer fue un día de bastante socializar, quedando por la mañana con unos amigos para ir a comer a la cervecera, tener después una sobremesa jugando al Dixit (ya que me lo había comprado, tenía que estrenarlo) y después un rol en vivo, TK 208 D. Donskoy, ambientada en un submarino soviético, donde me tocó como comandante abortar un motín y salvar a la mayor parte de la tripulación.
Ya lo que es por la noche, nos fuimos a ingerir masivamente bebida, jugando a caricaturas o un desternillante teléfono escacharrado, todo ello rehogado con ron, mucho ron. No mentiré negando que la embriaguez alcanzó unas cotas simpáticas, pero sin llegar a resentirse el cuerpo, quedando lo de ayer encuadrado, al menos para mí, en borrachera divertida. Y con lo que mola de fiestas, que es encontrarse con gente.
Y como no es plan de contar aquí detalles sórdidos, damos por concluida la transmisión, no sin antes avisar de que hoy estaré nuevamente tras la barra de la txozna, en turno de tarde.
Ya lo que es por la noche, nos fuimos a ingerir masivamente bebida, jugando a caricaturas o un desternillante teléfono escacharrado, todo ello rehogado con ron, mucho ron. No mentiré negando que la embriaguez alcanzó unas cotas simpáticas, pero sin llegar a resentirse el cuerpo, quedando lo de ayer encuadrado, al menos para mí, en borrachera divertida. Y con lo que mola de fiestas, que es encontrarse con gente.
Y como no es plan de contar aquí detalles sórdidos, damos por concluida la transmisión, no sin antes avisar de que hoy estaré nuevamente tras la barra de la txozna, en turno de tarde.
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