Es motivo de efeméride que tal día como hoy, hace 5 años (y con este blog ya en marcha) comencé a trabajar en Vitoria, en Gobierno Vasco, y que afortunadamente desde entonces no he conocido el desempleo. Esto, con los tiempos que corren, es todo un lujo. Un lujo que sé valorar gracias a todo el tiempo que pasé dando tumbos de un lado a otro.
Pero la cifra de 5 años tiene un peso algo más que simbólico. Y es que llevar 5 años seguidos me permitiría, en caso de querer hacerlo, poder pedir una excedencia en el trabajo. Obviamente, no está entre mis intereses, pues lo de vivir sin cobrar, como que no termino yo de verlo. Pero es cierto que ahora sí puedo afirmar que si no me cojo la excedencia es porque no quiero. Ahí queda eso.
Pero la cifra de 5 años tiene un peso algo más que simbólico. Y es que llevar 5 años seguidos me permitiría, en caso de querer hacerlo, poder pedir una excedencia en el trabajo. Obviamente, no está entre mis intereses, pues lo de vivir sin cobrar, como que no termino yo de verlo. Pero es cierto que ahora sí puedo afirmar que si no me cojo la excedencia es porque no quiero. Ahí queda eso.
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