Una pantalla como esta, en el mejor de los casos.
El ordenador, que llevaba tiempo signos de no funcionar del todo bien, creo que ha terminado de cascar. Con sus ralentíes y sus problemas al arrancar, cuando he visto que hoy no arrancaba ni a la de tres, he abierto la caja y he visto que tenía más polvo que la tumba de Tutankamon (aclaro que con este comentario no pretendo burlarme de los familiares de Tutankamon, no se me querellen) y he ido a la tienda a por un bote de aire a presión para limpiar el polvo, y tras un buen rato, han salido de ahí pelusas como para hacer una colección de furbies.
Arranco y todo bien. Perfecto, ese era el problema. Pues no, al de unas horas se me cuelga y ya no arranca, con errores de todos los colores (bueno, azules y negros) y pantallazos azules que salen hasta al iniciar a prueba de errores.
Y como no tengo ni los conocimientos ni la paciencia de ponerme a trastear, aprovechando que tengo pedidos los componentes para mejorar el ordenador, pues cuando lleguen lo llevo y que me lo operen ahí.
Mientras tanto, a tirar del pequeño netbook, aunque tampoco es que funcione mucho mejor.
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