Expandiendo el universo de Harry Potter.
Spinoff que desarrolla aún más el mundo mágico creado por J.K. Rowling y ambientado varios años antes de las andanzas del niño mago más famoso del cine y la literatura, Animales Fantásticos es la historia de Newt Scamander, un mago expulsado de Hogwarts que se dedica a recorrer el globo en busca de criaturas mágicas para poderlas estudiar, y va a parar a New York, donde se encuentra con un problema, que es el que da pie a la película.
Le había leído muy malas críticas, y la verdad es que en parte la entiendo. El concepto: mostrar cómo es el mundo de Rowling más allá de Hogwarts y en otras épocas es muy jugoso, y además está muy bien llevado, con esa atmósfera mágica, a veces de cuento, y los bichos, algunos geniales. Además está muy bien acompañada por la música, y es todo en general muy Harry Potter sin Harry Potter. El problema, y es donde viene mi crítica, es que en algún momento de la fase de producción se dieron cuenta de que una película necesita un argumento, así que parece que cogieron la historia genérica número 832 y la metieron con calzado, de forma que la trama es bastante pobre, con un antagonista sin chicha, del que solo sabemos que es malo porque tiene cara de malo, y cuyas difusas motivaciones solo se explican al final, siendo bastante poco satisfactorias, pues lanza un giro hacia un sitio que no lleva a ninguna parte, y por si fuera poco, el guión es en ocasiones confuso y adolece de serios agujeros. Pero claro, aquí, mejor que en ningún otro sitio, podemos usar la excusa de "lo hizo un mago".
Ahora ya haciendo un poco de spoiler (bastante, de hecho), el recurso de que el malo, ese híbrido entre Snape de pacotilla y Emperador Palpatine fuera realmente el malvado mago Grijander (Grindelwald, que para el caso, patata), del que apenas nos han hablado, y que por tanto nos importa una mierda, no deja de ser una versión pobre del giro de Harry Potter y la Piedra Filosofal, y además el plan del malo de hacer un Magneto, pues tiene sentido, pero anda que no tenía formas mejores de conseguir que la Humanidad conociera y temiera la magia.
Por si fuera poco, la solución del ministerio de magia Yanki, perdón, el Magusa, de hacer que llueva agua de amnesia y así la gente se olvide de lo que ha visto, ejem... ¿y la gente que se queda en su casa? ¿y la gente que a buen seguro saldría corriendo de la ciudad y ya estaría en la ciudad de al lado contándolo todo?
Sí, vale, el resultado global tiene un algo que deleita, pero es importante verla con ojos de niño, ya que el guión es, con diferencia, lo que menos han cuidado en esta película. Vale que aquí no era lo más importante y solo debía ser un vehículo para transportar el concepto. Pero, por Dios, que no usen un vehículo sucio, con las ruedas pinchadas y el motor estropeado.
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