En la foto, que no ha sido retocada, se me ve a la izquierda. Un poco borroso, pero se me ve.
Hasta hoy he mantenido el secreto, pues contractualmente estaba obligado a ello, pero ya puedo contarlo. Bien sabido es que en octubre el equipo de rodaje de la conocida serie Juego de Tronos estuvo en Bilbao, y parte del motivo es que querían rodar en Barrika, pero esto no era del todo casual, pues otra razón que les movía es que, hartos de las críticas recibidas por separarse mucho de los libros, George R.R. Martin quiso tener un guiño de fidelidad hacia los libros, haciendo que uno de los personajes secundarios del mismo, cierto comandante de arqueros, fuera exactamente igual que como había sido concebido. Es decir: yo.
La cadena HBO se puso en contacto conmigo, y en una conversación en la que sudé sangre para entenderles y hacerme entender, pues era en inglés, me propusieron hacer un cameo en la serie, y aunque ya no la sigo (esto, claro, no se lo iba a decir), me pareció que sería una buena idea probar. Además, les conté que tenía algo de experiencia teatral, me hicieron las pruebas de cámara y voz, les gustó cómo quedaba el tema y firmamos el contrato. Bueno, lo del contrato es un decir, que al ser un cameo no es remunerado y solo me pagaron el desplazamiento y la comida del día (no comimos mal, he de reconocer), pero fue una experiencia interesante, y algunos de los actores cambian mucho en persona con respecto a cómo los vemos en la serie. Kit Harington, por ejemplo, que en pantalla es un soso de cuidado, en directo es un cachondo mental y un tío bastante gracioso. La cosa fue muy divertida, y si se vuelve a dar la ocasión repetiré, que me lo pasé como un enano (este chiste, por cierto, se lo hice a Peter Dinklage y se partía de la risa).
Ahora toca esperar hasta finales de junio, aunque como no sé en qué capítulo aparezco, no podré saber qué día salgo en la tele.
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