Provocando lágrimas incel desde 2019
La serie del universo cinematográfico de Marvel, en la que cada película es un capítulo, sigue con la presentación de uno de sus seres más poderosos, y nos trae además una de las sagas más emblemáticas del cómic: la guerra Kree-Skrull.
Al igual que pasara con Capitán América, la acción se desarrolla en el pasado, concretamente en los años 90, lo que sirve de excusa para jugar con la nostalgia de los espectadores, que pueden jugar a cazar las referencias culturales y musicales de la época, así como para rejuvenecer a los emblemáticos Nick Furia y Phil Coulson, quienes hacen su propia versión de Men in Black.
Sabiendo que funciona muy bien, Marvel tira por la senda del humor aventurero, muy en la línea de Guardianes de la Galaxia, haciendo una película muy divertida y rebosante de acción, a la que el carisma de Brie Larson y Samuel L. Jackson consiguen dar muchísima vida, para dar una película que coloco en la zona media alta de la liga de películas Marvel. ¡Además, tiene un gato!
En cuanto a dos de los elementos que todo espectador busca cuando va a ver una película Marvel, diré sin entrar en detalles:
-Escenas postcréditos: Hay dos, de las cuales la segunda es perfectamente prescindible.
-El cameo de Stan Lee: Productores de Marvel, cabrones, vais a hacer daño.
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