Esto son cookies, y no lo de Internet.
Tanto tiempo encerrado en casa, era cuestión de tiempo que acabara pasando: me he puesto a hacer galletas, de modo que compartiré por aquí el sencillo proceso.
Lo primero los ingredientes:
-250 gr de chocolate negro
-60 gr de mantequilla
-50 gr. de azúcar (la receta decía 100, pero le he echado la mitad)
-2 huevos (no especificaba, así que he usado de gallina)
-220 gramos de harina
-Una cucharada de café de levadura en polvo (ponía media, pero me acabo de dar cuenta ahora)
-Una pizca de sal
-Una cucharada de café de vainilla en polvo
-Azúcar glass
Pues nada, cogemos el chocolate troceado y lo metemos con mantequilla al baño María para que se funda, lo que si no tengo mal el concepto es ponerlo en un envase y este envase en agua hirviendo. La chocomasa fundida la mezclamos con los huevos batidos, el azúcar, la sal y la vainilla (el azúcar se me había olvidado y lo he echado luego). Eso lo mezclamos con la harina y la levadura (previamente mezclados) hasta formar un gurruño marrón de consistencia amasable, que irá a la nevera para enfriarse.
Se recomienda resistir la tentación de emprenderla a cucharadas.
Sacamos la masa galletil de la nevera y procedemos a darle forma. Yo no me he querido complicar la vida y me he puesto a hacer pelotillas. Rebozamos las futuras galletas con azúcar glass y las metemos durante 10-15 minutos a 180º en el horno que previamente habremos precalentado.
Y sin más misterio, ya tenemos una bandeja de ricas galletas para merendar.
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