¿Baloncesto o Bloodbowl?
Ayer se celebraron las semifinales, con las previsibles victorias de Tenerife y Manresa, aunque en dos partidos que si bien tenían algo de emoción en cuanto al marcador, fueron objetivamente infames en cuanto a juego.
El primero, el Tenerife-Holon, fue uno de esos partidos en los que se veía que un equipo era claramente superior, pero jugaba sin ganas, como si el partido fuera un trámite, de manera que Tenerife aporreaba la mesa, se iba 10-12 puntos arriba y se dormía, dando alas a sus rivales (anarquía y Ragland), que llegaron a ponerse un punto arriba en el último cuarto, pero llegando al último minuto con el partido decidido a costa de los canarios.
El segundo, el Manresa-Ludwisburg, parecía otra historia. Con las gradas a rebosar de manresanos (yo no sabía si estaba en Miribilla o en el Nou Nou Congost), ambos equipos empezaron a jugar fuerte, con buenas defensas y una intensidad no vista en el otro partido, pero con una puntería nefasta, común a los 4 equipos, que llevó a un marcador bajísimo. Al descanso iban 35-35 que ni tan mal, pero es que se llegó al último cuarto 55-49 y el partido terminó 63-55. Sí, metieron la friolera de 14 puntos en un cuarto... entre los dos equipos. Pero ganó Manresa, con el apoyo de los cerca de 3000 aficionados que trajo y al terminar el partido, explosión de júbilo.
A ver qué tal mañana.
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