La imagen lo dice todo.
Aunque teóricamente quedan unos días para que empiece el verano, este fin de semana hemos tenido una ola de calor como hace tiempo que no recordaba. Pero además de sudar he hecho más cosas, así que voy a hacer un poco de memoria.
El viernes hubo reunión para organizar los turnos de txozna de fiestas de Bilbao (en una lonja que era una bendición por lo fresquitos que estábamos dentro) y luego un cumpleaños, con margaritas de mango y luego cena de hamburguesas en Deusto. El plan incluía ver luego la noche blanca de Bilbao, pero para cuando terminamos de cenar ya era tarde, así que fuimos a tomar algo y luego retirada.
Está frío, me vale.
El sábado por la mañana lo dedico básicamente a quedarme pegado al ventilador y por la tarde-noche voy a la lonja, donde organizábamos jornadas. Un poco de tertulia, partida con derrota al Blood Bowl Team Manager (¡qué malo es el equipo de vampiros!) y victoria sufrida en el Tigris&Eufrates, al que llevaba cerca de 20 años sin jugar.
Nos come Chu-chu-Cthulhu.
El domingo por la mañana me armo de valor y voy al gimnasio (dentro se estaba fresquito, todo hay que decirlo) y por la tarde partida de Mansiones de la Locura, donde con relativa facilidad superamos el escenario del tren.
Eso, y mucho calor.
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