Se cierra la saga de los bichosurios.
Jurassic Park, la de 1993, es un pepino de película, un hito del cine y un clásico por derecho propio. No creo que mucha gente ponga eso en duda. Donde puede haber más disensiones es la hora de valorar sus secuelas. No me gustó nada la segunda (El mundo perdido), tanto que me salté Parque Jurásico 3. Me entusiasmó (dentro de sus limitaciones) Jurassic World pero barajé la posibilidad de marcharme del cine a media película con Jurassic World 2: El reíno caído, de modo que iba escéptico al cine. En parte sabía lo que me iba a encontrar y lo aceptaba. Cero problemas con ver un despropósito argumental, repleto de fantasmadas palomiteras y la suspensión de la increduñidad por los suelos, pero no estaba dispuesto a aceptar que la película me aburriera.
Pues bien, he de decir que aunque tiene mucho de lo primero (el guion hace agua por todas partes, aunque aregla gran parte del desaguisado de la anterior), es una película que se me pasó volando. Correcto, todo el plan de los protagonistas es un absoluto despropósito, y nada de lo que pasa en la película tiene sentido, pero lo compensa con escenas trepidantes, muchos fuegos de artificio y puro fanservice volviendo a sacar a Ellie Sattler, Ian Malcolm y Alan Grant. Mi niño interior dando palmas mientras mi cerebro refunfuñaba entre dientes "sabías a lo que venías, a mí no me mierdes".
Quería divertirme y me he divertido. Bien por Jurassic World.
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