Pues me ha gustado, la verdad.
A esta serie, spinoff de la exitosa Cómo conocí a vuestra madre, se le ha dado mucha cera, y en parte lo entiendo. Primero porque es un claro "¿y esto para qué?", y porque hay que reconocer que es un poco cutre en sus hechuras, con chistes en general no muy buenas (si bien reconozco que tiene algunas excepciones muy honrosas), personajes sobreactuados y en general una sensación de pegote forzado.
No es una buena serie, estoy de acuerdo, y no llega ni a la suela de la serie en la que se basa (salvo que la comparemos con la novena temporada, en cuyo caso sí saldría ganando, aunque por incomparecencia del rival), pero confieso que la he disfrutado.
Y es que entre las cosas positivas que tenía a su favor, en primer lugar está una que siempre pesa mucho, que es la cuestión de las expectativas; esperaba tan poco de ella que a nada que me diera ya iba a estar contento. Por otra, aunque esto es muy personal, consigue que me encariñe con sus personajes (Charlie y Jesse son amor) y tiene momentos que me parecieron muy bonitos (I brought England to you me resultó un momentazo). Pero donde tiene su verdadero punto fuerte (no todo va a ser malo) es en su manera de conectar con la otra serie, sin llegar a recargar con las referencias (salvo alguna que sí queda demasiado metida con calzador) y sobre todo sabiendo reírse de sí misma y señalar, rasgando con energía la cuarta pared, algunos de los clichés de Cómo conocí a vuestra madre.
Lo dicho, no es una gran serie (ni siquiera voy a decir que sea buena), pero si se ve sin mayores pretensiones resulta entretenida, y me alegro de que vaya a haber segunda serie.
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