Creo que el municipal de San Pablo, de Sevilla, fue el primero que visité.
Una de las cosas que me gustan del baloncesto es que es una excusa como cualquier otra para viajar, y siempre se ven las cosas distintas cuando ves a tu equipo como visitante. Se hace más fácil animar, forjas lazos con la gente a la que te encuentras por ahí y ayuda a sentirte parte del tema.
Mi primera salida fuera para ver el baloncesto se remonta a octubre de 2005, cuando visité Sevilla para ver a mi equipo jugar contra el Caja San Fernando, que entonces era uno de los equipos a tener en cuenta de la liga. Pude visitarlo gracias a la cortesía de mi amigo Dani, que me invitó a pasar unos días en su casa, y la cosa fue muy bien, ya que por primera vez en su historia, el Bilbao Basket ganaba en Sevilla (74-81). A destacar, ese momento en el que un aficionado sevillano me increpa por animar a mi equipo y la gente de su alrededor le afea la conducta con un deportivo "el chaval ha venido hasta aquí a ver a su equipo, lo normal es que anime, y si nos ganan, pues es lo que hay", impensable en fútbol. A Sevilla volví en 2008, aunque ahí la victoria se decantó por el equipo local.
La segunda pista que visité, y una de las que más veces he visitado fue Valladolid, gracias al viaje en autobús que organizaban los de la Peña Hirukoa; dos veces en 2006 (enero y diciembre) con sendas derrotas y por fin una victoria en 2007, que hacía el viaje de vuelta mucho más animado.
En 2006 visité también una de las pistas a las que más veces he ido: Ilunbe en San Sebastián, pues he ido dos veces a ver al Bilbao Basket (victoria en 2006 y derrota en 2009) y bueno, una que fui con Dani a ver al Caja San Fernando contra el Gipuzkoa Basket.
También a ver al Caja San Fernando fui a Vitoria, al Buesa Arena, en 2006, y como visitante me sentí mucho mejor tratado que cuando fui a ver al Bilbao Basket con ocasión de la Copa del Rey de 2008, que fui durante cuatro días seguidos.
En 2008 fui también a Madrid, a ver al Bilbao Basket ganando a domicilio a Estudiantes, y la siguiente salida (ya en 2009) fuera fue también una salida del país, ya que aprovechando la final a 8 de la Eurocup, me fui hasta Italia, concretamente a Turín. Ese año visité también Barcelona, con una dulcísima derrota, y visité con una emocionante victoria, el ahora complicado pabellón del Zaragoza.
Si descontamos los partidos en el BEC de Barakaldo como partidos fuera, la siguiente salida me lleva a 2012, y nada menos que a Moscú, donde el CSKA nos da de lo lindo, pero que nos sirve para disfrutar de un maravilloso viaje. Ese mismo año, pero la siguiente temporada, me voy a Fuenlabrada, donde disfruto de una nueva victoria del equipo (¡el efecto Jokin!).
La siguiente salida, para la final de la Eurocup, me lleva a Charleroi, terreno neutral donde jugamos contra el imparable Lokomotiv Kuban, y aunque no fue posible volver con la copa debajo del brazo, el viaje estuvo muy bien.
Y de momento cierro, si no me falla la memoria, con la salida a Andorra del año pasado, que se saldó con una victoria. Bueno, técnicamente un empate, pero en la prórroga ganamos (en el último segundo, para más señas), y el viaje sirvió para volver a Andorra después de tantos años.
Haciendo balance, me sale que han sido 12 los destinos visitados, y un balance de 9 victorias y 10 derrotas (¡la próxima toca ganar!), o de 10 victorias contra 11 derrotas si contamos las dos veces que fui a ver al Caja San Fernando (hoy Baloncesto Sevilla).
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