La sede de las jornadas
Ayer tocaba coger el coche (aunque ni era mi coche ni conducía yo) para ir hasta Orduña, lugar que será sede de las jornadas Ómicron que organizaremos allí en menos de 4 semanas, pues teníamos temas que tratar con el concejal y algunos aún no habíamos visto el sitio. Además, aprovechamos para negociar colaboraciones con los comercios locales que, la verdad, se mostraban en su mayoría muy receptivos. Pude ver el frontón que será el emplazamiento principal, el edificio de en frente, que servirá para el alojamiento y la alhóndiga municipal, que albergará algunas actividades de día. Dentro de un par de semanas tocará volver para terminar de cerrar los acuerdos con los comercios y para llevar cartelería.
Maki sushi con queso y cebolla frita.
Y no acababa ahí el viernes, ya que después de la odisea que supuso volver de Orduña de noche y con una lluvia atroz, mi siguiente paso era Algorta, pues habíamos quedado en casa de unos amigos que viven allí para hacer noche de sushi, lo que implicaba una parte muy divertida (hacerlo) y una aún más divertida (comerlo). Al acabar, y con una incesante lluvia, de vuelta a casa, deshacerme de los litros de agua que llevaba adheridos a la ropa antes de ir ya a la cama.
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