¡Eh, la bola!
90-79 era el resultado final del partido contra el Murcia, un equipo al que nos gusta mucho recibir en Bilbao, ya que nunca nos han ganado aquí. Aunque la racha de malos partidos en casa y el potencial del rival (que tiene una plantilla de bastante calidad) hacía tener un poco de miedo.
Pero el inicio del partido invitaba al optimismo, pues el primer cuarto, que terminaba 28-14, era de los cuartos más dulces que hemos podido ver en lo que va de temporada, y aunque el Murcia de vez en cuándo se acercaba un poco (49-39 al descanso), la renta bailaba un poco entre el +4 y el +18 que llegó a haber. A pesar de ello, el haber perdido partidos imposibles hacía que el runrún se instalara cada vez que la diferencia bajaba de 10 puntos. Pero el Murcia no había venido a ganar el partido, o eso parecía viendo a sus jugadores defender, y la victoria se acabó quedando en casa.
Aparte de la victoria, que siempre es de agradecer, me quedo con el merecido homenaje al que fuera entrenador del Bilbao Basket, hoy del Murcia, Fotis Katsikaris, cuya huella en Miribilla fue imborrable.
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