Ahora ya sé en quién se basó Lewis Carroll para crear a la Reina de Corazones.
Lo primero que hay que decir de esta película sobre Ana de Gran Bretaña (reina de Inglaterra hasta 1714, para ponernos en situación) es que es de Yorgos Lanthimos. Es decir, una marcianada, sobre todo en lo visual. Y muy normalita me parece para ser de este director.
Nos habla de la reina y de su relación con sus dos damas de la corte; Sarah Churchill y Abigail Masham, y la pugna de estas para ver quién se convierte en la favorita de la reina, y la que por ende la que de verdad manda en el país.
La película nos muestra a una reina mentalmente inestable, constantemente manipulada por sus favoritas, y no sorprende en absoluto la nominación de Olivia Colman al Oscar, pues es verdaderamente impresionante.
Nos ofrece también un panorama bastante verosímil en su costumbrismo crudo y muchas veces sucio, con un lenguaje directo y una estética visualmente cautivadora, si bien en ocasiones resulta mareante el uso que hace de la cámara angular, y en lo sonoro hay veces en las que su abuso de sonidos machacones para recalcar la intensidad de la escena puede hacerse cargante.
Empezaba diciendo "cuidado, es una película de Lanthimos" y aquí va de nuevo la advertencia, pues es un director amigo de lo psicodélico, y si bien aquí se corta un poco y tira hacia un cine algo más convencional, no pierde su toque, y aprovecha para gustarse en las escenas en las que tiene que mostrar las extravagancias de la corte. En este sentido, no creo que decepcione a los admiradores del director griego.
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