Ahora, con perrete.
La primera parte fue una película que me llamaba muy poco, y que cuando finalmente vi supuso una sorpresa muy agradable. Y no me llamaba nada porque pensaba que iba a ser una cosa cutre y pastelosa, sin demasiada chicha y demasiado centrada en las gracietas de los niños y el chiste fácil. Vaya, un poco lo que me he encontrado en esta segunda parte, que es lo que pensaba que iba a ser la primera.
No voy a decir que me haya horrorizado, pues sirve para pasar un par de horas entretenidas, pero sí que carece de la chispa y las salidas ingeniosas que tan bien funcionaron en la antecesora. Aquí parece que se limitan a estirar, sin demasiado esfuerzo el chicle, y salvo un par de cosas, el resultado se me ha hecho un poco pobre. No horroriza, (pese a sus bandazos por el carril de la cutrez, sobre todo cutrez en las interpretaciones) pero tampoco me habría perdido nada si no la veo.
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