Angel Delgado ayer dio todo lo gordo.
Nuevo día en la oficina, alargando la racha de victorias seguidas que llevo viendo de mi equipo. Esta vez contra un rival complicado, el Tenerife, al que nunca habíamos conseguido ganar en Miribilla, y que además venía con un equipazo, con figuras como Shermadini y Marcelinho (y sacando cuentas, casi media plantilla hecha con ex-jugadores del Bilbao Basket).
Empezó la cosa un poco fea con un 0-6 de salida, pero el partido fue bonito e igualado, con algunas alternancias en el marcador, aunque casi siempre con nosotros delante. Hubo algún momento en el que la cosa parecía complicarse, pues Withey no tenía el día y tampoco Inglis o Goudelock parecían andar muy finos. Pero era el día de Delgado.
Y cuando digo que era su día es que batió el record de valoración individual de la historia de Bilbao Basket (44), con sus 27 puntos y sus 11 rebotes, siendo determinante en ambos lados de la pista, lo que hizo que llegáramos al último minuto con una cierta tranquilidad y ventajas de 5-6 puntos, que terminaron por hacer que por fin el Tenerife hincara la rodilla aquí.
Pero además de a Delgado quiero destacar al entrenador del equipo rival, al gran Txus Vidorreta, que tuvo un detalle impresionante cuando hacia el final del partido, que estaban los árbitros con el instante replay y él protestando, yo le estaba diciendo que tenía razón, pero que tenía que dejar a los árbitros hacer su trabajo, él me oyó y educadamente se dio la vuelta para explicarme detalladamente qué es lo que estaba protestando.
La pena es que había mucho ruido y no le entendía ni la mitad, pero un detallazo, de los que hacen a alguien grande.
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