Ser o no ser...
Robert Eggers, director de la aclamada "El faro" (que aún no he visto), nos trae aquí una versión de Hamlet ambientada en un contexto de vikingos, rodeada de bastante expectación.
No es baladí la alusión a Hamlet, pues ya el nombre del protagonista, Amleth, nos da una pista de por dónde van a ir los tiros: un príncipe traicionado y desterado por su propio tío, vuelve años después en busca de venganza, con una historia oscura y violenta (no deja de ser Shakespeare) y un tanto lisérgica, con el tema de los sueños proféticos, que le dan también un aire fantástico.
Era precisamente esto último lo que me hacía ser un tanto escéptico ante la película, pero la verdad es que es un recurso del que no llega a abusar, no al menos hasta hacer que la película se resienta por ello y consigue combinar los elementos en su justa medida, siendo una película muy digna de ser vista, y que transcurre con bastante fluidez.
A destacar algunas escenas, como el reencuentro de Amleth con su madre (magistral Nicole Kidman), que me dejaron el culo torcido.
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