Hoy me tocaba nuevamente mostrador, y entre la ristra de situaciones más o menos curiosas, o las discusiones más o menos bizantinas, destaca una conversación con una usuaria presuntamente fraudulente, o mejor dicho, con una persona que le representaba. A veces pasa que los que vienen a mostrador hablan más de la cuenta, y hoy bien podría ser una de esas ocasiones.
Venía una persona a pedir un certificado para su hermana, y para acreditar la representación me facilita su pasaporte y el de otra persona, quien decía que era su hermana (los apellidos no coincidían, pero no soy especialista en Derecho Civil nigeriano, por lo que no me meteré en eso) y me da por preguntar, "¿y por qué no viene tu hermana a recogerlo?", todo sea que me dijera "está trabajando", o algo así, y nos animara un poco la velada. Me responde "está fuera". Ahá. "¿Fuera, dónde?" En ese momento, un rictus recorre la cara de la usuaria, que se da cuenta de que tal vez ha dado más información que la debida, y me responde que "en Francia". Curioso, por cierto, que se vaya a Francia y deje su pasaporte en Bilbao, pero bueno.
Acto seguido le pregunto (aclaro que la ley permite irse fuera hasta un mes, más allá de lo cual, se suspende la prestación) que cuánto tiempo lleva fuera, y me espeta un poco convincente pero textual "eh, dos... un mes". Sospechosotomonota. Le doy su certificado, y doy traslado a la trabajadora social.
Si esta persona no ha incumplido la ley, no tiene nada de lo que preocuparse. Si por contra, lo más cerca que ha estado de Euskadi es Utrera, y cobra de aquí las ayudas, residiendo en otro sitio, pues no me dará ninguna pena que se le haya acabado el chollo.
Venía una persona a pedir un certificado para su hermana, y para acreditar la representación me facilita su pasaporte y el de otra persona, quien decía que era su hermana (los apellidos no coincidían, pero no soy especialista en Derecho Civil nigeriano, por lo que no me meteré en eso) y me da por preguntar, "¿y por qué no viene tu hermana a recogerlo?", todo sea que me dijera "está trabajando", o algo así, y nos animara un poco la velada. Me responde "está fuera". Ahá. "¿Fuera, dónde?" En ese momento, un rictus recorre la cara de la usuaria, que se da cuenta de que tal vez ha dado más información que la debida, y me responde que "en Francia". Curioso, por cierto, que se vaya a Francia y deje su pasaporte en Bilbao, pero bueno.
Acto seguido le pregunto (aclaro que la ley permite irse fuera hasta un mes, más allá de lo cual, se suspende la prestación) que cuánto tiempo lleva fuera, y me espeta un poco convincente pero textual "eh, dos... un mes". Sospechosotomonota. Le doy su certificado, y doy traslado a la trabajadora social.
Si esta persona no ha incumplido la ley, no tiene nada de lo que preocuparse. Si por contra, lo más cerca que ha estado de Euskadi es Utrera, y cobra de aquí las ayudas, residiendo en otro sitio, pues no me dará ninguna pena que se le haya acabado el chollo.
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