No son zombis, son...
La foto muestra a los dos actores que han ganado el Oscar este año, y la verdad es que se han hecho con la estatuilla con total merecimiento, ya que tanto Jared Leto como Matthew McConaughey (algún día seré capaz de escribirlo sin buscar en Google) están estelares, y vagamente reconocibles. Cuesta reconocer al cínico Rust Cohle en el genial paleto sureño que es Ronald Woodroof.
Cuenta la historia de un tejano homófobo y drogadicto que se contagia con el VIH por sus locuras sexuales sin protección, y comienza a consumir AZT, una sustancia legal, pero que le resulta perniciosa, y acaba por contraer el SIDA. Entonces, descontento conel AZT, decide probar otros medios, lo que le lleva a organizar el Club de compradores (Dallas Buyers Club) como alternativa a las terapias "oficiales". Esto desemboca en una guerra con la RDA (la agencia que lleva el tema de la legislación sanitaria) que, a sueldo de las framacéuticas interesadas en el AZT, luchan por convertir en ilegal el vacío legal que cubre estos clubes de compradores.
En ese sentido sigue el esquema de película basada en hechos reales (con sus créditos explicativos al final de la misma), de personaje que tiene que luchar contra su enfermedad y contra los prejuicios, los ajenos, con el estigma social al que se enfrenta el protagonista cuando sus antes amigos descubren su enfermedad y los propios, cuando se ve obligado a aprender a aceptar al transexual Ray (el también oscarizado Jared Leto).
Y la película, aunque bastante dramática, tiene un par de puntos simpáticos, con los disfraces que utiliza Woodroof para practicar el contrabando con el que suple a su club de compradores.
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