La que nunca falla.
Una semana más tarde de lo que suele ser habitual, ayer empezó la Semana Grande, las fiestas de Bilbao. Eso de estarse 8 días seguidos saliendo y bebiendo hasta altas horas de la noche (aunque los últimos años siempre acabo haciendo "pira" algún día, y este no será la excepción).
El plan, que no era un alarde de originalidad, sin que por ello dejara de ser divertido, era quedar para ver los fuegos, cenar unos bocadillos y luego acercarnos a Moskotarrak a por bebida y a ver a la gente. Y entre los katxis y la música, de manera tonta, nos acabaron dando las 5 de la mañana.
Y cómo no, unas fiestas de Bilbao sin lluvia no son fiestas de Bilbao, y aunque se acabó relajando bastante la cosa, la noche empezó con una lluvia torrencial que más animaba a ir nadando a los sitios que a andar.
Día 1: check.
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