Los actores bien, el resto...
La primera temporada de esta serie me encantó, lo cual ya era una piedra en el camino para esta segunda temporada, que ha resultado francamente decepcionante. A las altas expectativas a las que se enfrentaba hay que sumar una trama que en ningún momento ha llegado a engancharme y unos personajes que carecían del encanto de Cohle y Hart.
No sabría decir dónde reside exactamente el bajón, y tampoco sabría decir si la historia era excesivamente compleja, lo que hacía a veces perder el interés, o simplemente se hacía algo aburrida, lo que hacía perder el interés y con ello la capacidad de atención. Eso resultaba en que fuera complicado a veces seguir el hilo, con ese efecto de "me pierdo y no me aclaro de quién es quién, pero tampoco es que me importe demasiado".
La inercia me ha hecho terminarme los 8 capítulos, sin que en ningún momento me haya llegado a cautivar. Cierto es que cuenta con momentos realmente gloriosos, especialmente los finales de algunos episodios, pero a veces casi daba la impresión de ser una serie en la que la trama estaba al servicio y búsqueda de estas escenas que, ojo, son muy buenas, pero para llegar a la chicha había muchas veces que navegar por más de media hora de paja.
Realmente, como ya mencionaba, no sabría decir dónde falla, pues la atmósfera de corrupta decadencia urbana (a diferencia del rollito rural de la primera) estaba conseguida y los actores están cuando menos correctos en sus papeles, y junta muchos elementos para lograr una buena historia, con tramas de sexo, drogas, corrupción política... Supongo que le faltaba una cierta argamasa que le diera interés al asunto. O tal vez no he sabido verla con los ojos adecuados, quién sabe.
Pero el caso es que esta segunda temporada de True Detective, por desgracia, me ha gustado muchísimo menos que la primera, siendo para mí la gran decepción televisiva de la temporada. Además, le faltaba el toque lovecraftiano que tanto me gustó de la primera.
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