No sé si me ha hecho gracia o es una mierda, puede que un poco de ambas.
No sé muy bien cómo clasificar esta "cosa" que nos trae Juanma Bajo Ulloa, que trata aquí de repetir el éxito de Airbag con una comedia gamberra de situaciones pasadas de rosca, personajes caricaturizados hasta el extremo y la búsqueda constante del chiste fácil.
No tengo muy claro si me ha gustado o no, ya que es una de esas películas que mientras las estás viendo te parecen una ponzoña (cinematográficamente jamás se me ocurriría que es buena) pero con el mérito de ser entretenida y de vez en cuándo hacer reír. Ojo, hay que ir con la predisposición adecuada y es un tipo de humor que no todo el mundo gustará, ya que opta por la táctica de la saturación, de estar todo el rato lanzando salvas hasta que alguna da en el blanco y hace gracia.
El argumento, muy de tebeo de Mortadelo, la verdad, es el siguiente: un gitano cuya madre le confiesa en el lecho de muerte que fue amante de Juan Carlos Borbón decide estafar a dos detectives de poca monta (uno comunista trasnochado de la vieja guardia y el otro franquista, pero muy amigos) para hacerse con una muestra de ADN del rey de España y poder demostrar su filiación. Eso se cruza con que la hija de uno de los detectives (María León, cuyo espectacular cuerpazo torna agradables todos los planos en los que aparece) está a la búsqueda de su padre perdido.
Todo eso sirve de excusa para una patochada con ratos de road movie en la que los detectives y el gitano (horrorosamente interpretado con Arturo Valls, al que parece que el acento gitano se lo facturaban por minutos) se van recorriendo la península y viviendo todo tipo de situaciones absurdas, donde los trompazos, los tiros, las tetas y las drogas van teniendo su protagonismo.
Lo mejor de la película son sus dos protagonistas, Karra Elejalde y Manuel Manquiña, que salvan bastante la papeleta ante semejante despropósito (ser a ratos divertida no la salva de ser uno) y entre tanta tontería consiguen soltar cosas graciosas e incluso tener alguna escena de esas que con el paso del tiempo se acaban convirtiendo en memorables. Pero se nota que es la típica película de amiguetes que han ido a pasárselo bien, lo que a ratos funciona y a ratos no. No sería de extrañar que mucha gente saliera horrorizada del cine, claro.
La música en general está bastante bien, aunque peca de lo mismo que el resto de la película: repetir una y otra vez lo mismo. Lo que sí me gustó es que, aunque sea con chistes fáciles y manidos, reparta un poco de estopa a la monarquía. Eso siempre está bien.
La música en general está bastante bien, aunque peca de lo mismo que el resto de la película: repetir una y otra vez lo mismo. Lo que sí me gustó es que, aunque sea con chistes fáciles y manidos, reparta un poco de estopa a la monarquía. Eso siempre está bien.
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