Rayo McQuen se pone en cabeza en la carrera por ser la peor película de Pixar.
Ni sorprende ni decepciona que Cars 3 no se contente con estar lejos de las grandes películas de Pixar, sino que además sea a ratos tremendamente aburrida y sin gracia, intentando ser emotiva sin conseguirlo, pues para eso hace falta que los personajes tengan un poco de carisma, y va a ser que no. Derrape y patinazo.
Tampoco es de extrañar, pues ya la primera de Cars fue en su día de lo más soso de Pixar, y aunque la secuela, con su historieta a lo 007 entretenía, tampoco tenía precisamente un punto de genialidad. Aquí directamente me ha tenido la hora y 49 minutos que dura mirando el reloj. Casi diría que me gustó más la prescindible "Aviones"...
Visualmente, eso sí, los paisajes son espectaculares y hay escenas en las que parece que hayan integrado directamente animación con imagen real, y la banda sonora tiene su punto, pero esta historia de la estrella veterana que debe dejar su puesto a las nuevas generaciones no pasa, ni de lejos, el corte de calidad que se le supone a Pixar.
Al menos el corto que le precede, "Lou", sin ser de los mejores que tiene, resulta simpático.
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