Momisión Imposible.
Esto va de que a Tom Cruise le apetece versionar un clásico y hacer su propia película de aventuras con un toque pulp y el resultado no es todo lo apasionante que debería ser. ¿Decepcionante? Tampoco, pues las expectativas no es que fueran demasiado altas. No es un truño macabeo, pese a que en algunas partes puede hacerse un poco menos interesante, pero desde luego que no resiste comparación con las aventuras de Brendan Frasier y Rachel Weisz. Mirar esta película en el espejo de aquellas es la peor putada que podemos hacer.
La Momia de 1999 era diversión y adrenalina en estado puro, con personajes repletos de carisma y un toque de diversión familiar muy orientado a pegar botes en el sofá, mientras que esta trata de ser tal vez un poco más oscura y seria (a pesar de que los mejores momentos son cuando recurren al humor y al carácter canallesco del protagonista), y así como Rick O´Connell se covnertía por derecho propio en una reinvención de Indiana Jones, parece que aquí se opta más, al menos en lo estético, por algo más Nathan Drake. Y le falta chicha.
Tiene elementos muy positivos y escenas muy buenas (la parte de la tumba es visualmente muy agradecida) y me gusta que le buscaran esa ambigüedad que hace pensar sobre quién es realmente el verdadero monstruo, pero aun juntando buenas piezas, no termina de enganchar.
Tiene su gracia que introdujeran a otro clásico emblemático de la literatura, en forma del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde, lo que hace pensar si es este el germen de una saga en la que podremos ver a Tom Cruise enfrentarse a Drácula, al hombre lobo o al monstruo de Frankenstein. La taquilla dirá si les merece la pena, pero desde luego da la sensación de que la idea ahí está
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