Como la hipnosis, puede producir somnolencia.
El argumento podría ser un capítulo de los Simpson; Paco es un garrulo integral, malhablado violento e inculto, que después de un espectáculo de hipnosis se convierte en un hombre amable, sensible y educado. Pero no es oro todo lo que reluce y se va viendo que el nuevo Paco es una pesadilla aún más terrible que el original, de manera que su mujer y su primo, que es el hipnotista, deben investigar qué ha pasado y poner remedio al problema.
Así contado puede no sonar tan mal, pero Abracadabra es una película para mi gusto demasiado surrealista (¿qué pinta ese mono ahí?) e histriónica (el agente inmobiliario era insufrible), con escenas que pecan de ser de bastante mal gusto y un resultado final que no me convence nada, pese a la buena labor de Maribel Verdú y Antonio de la Torre.
Una película que va claramente de más a menos. Y, en serio, ¿qué pinta ahí el mono?
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