A estresarme un poco.
Este año la semana grande de Bilbao se me ha hecho, por voluntad propia, algo más corta, dado que en una hora marcho hacia Cambrils (otro día hablaremos de mi puntería al elegir destinos vacacionales) a por un poco de sol y playa.
Pero antes toca terminar de contar lo que dieron de sí las fiestas de Bilbao, pues ayer, aunque marché pronto, me dio tiempo para bastantes cosas. Primero una de cine, "La torre oscura", de la que ya hablaré, luego una visita a unas amigas en su txozna, seguida de una visita a Moskotarrak, donde yo no tenía turno, y fui a visitar a unos amigos que sí lo tenían, pero me liaron y estuve hasta las 12 y pico sirviendo cacharros, aunque sin el estrés de ser responsable de turno.
Y sobre las 0:30, aunque me lo estaba pasando muy bien, hubo que tomar la dura decisión de retirar, que había que dormir bien, para poder madrugar hoy y para estar en condiciones de coger luego el coche de alquiler en el Prat.
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