No se pudo vengar Charleroi.
Todavía queda una jornada, pero dado que es fuera y el Bilbao Basket lleva dos jornadas matemáticamente eliminado, hoy es el último día en bastante tiempo sin oler partidos europeos.
El rival no era el más adecuado, pues la diferencia de nivel es abismal, y así se ha visto en el 69-91 final, debido entre otras cosas a que la puntería de los visitantes era tremendamente mejor que la de los locales, sobre todo desde la línea de tres.
Sin embargo, el Lokomotiv ha tardado en arrancar y nos ha concedido 25 minutos gloriosos que nos han permitido soñar hasta que han sacado el rodillo. El partido ha empezado muy bien, alcanzando rentas de hasta 9 puntos (18-9 y 21-12) para terminar 23-20 y con un dato muy curioso: no han metido una sola canasta de 2 puntos en el primer cuarto.
Hasta 11:30 minutos han tardado ellos para meter algo que no fuera un triple o un tiro libre, pero el segundo cuarto ya se ha ido decantando hacia su lado, hacia un 39-42. Se perdía, pero sin perder la cara al partido.
Los primeros minutos del tercer cuarto han sido una bonita nube en la que se daba la vuelta al partido y se lograba una renta de 7 puntos. Pero en ese momento los rusos han dicho "¡ya está bien!" (o como se diga en ruso) y se ha terminado todo conato del Bilbao Basket de llevarse el partido. Un monólogo en el que las canastas solo entendían el cirílico y un último cuarto para olvidar, que nos devuelve a la fea realidad.
Por sacar algo positivo, ya se termina este eurocalvario en el que, por primera vez, Bilbao Basket se marca un pleno de derrotas como local. Espero que esto no sea un agur definitivo y algún día los partidos europeos en Miribilla sean sinónimo de alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario