El sol abrasador cuqui.
Una cosa muy buena que tiene mi trabajo actual es que pese a tener más tardes y meter más horas durante el invierno, el horario de verano empieza antes, concretamente en junio y termina más tarde, durando hasta octubre. De ese modo, hoy ya no he tenido que trabajar por la tarde, y para celebrarlo he quedado para comer con los ex-compañeros de trabajo (algunos de los cuáles sí que tenían que hacer tarde luego) y tras la sobremesa con los que hoy no tenían, ya ha tocado ir a teatro, donde ha sido el último ensayo. Los motores están calentitos, el domingo estrenamos, a las 19:30, Los caciques.
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