Le metería un melón por el culo al graciosillo.
Ayer por fin llegaron las puertas, y ya me las empezaron a instalar. Pero hoy me han llamado a las 9 de la mañana, pues resulta que algún malnacido había tenido a bien incrustar a mala hostia un taco de madera en la cerradura de mi casa y no había forma de abrir. Total, que hemos tenido que llamar a todo correr al seguro para que mandara al cerrajero, porque si no no había forma de acceder, lo que ha hecho que los trabajos se retrasen casi dos horas sobre lo previsto. No sé quién habrá sido el malnacido, ni por qué, pero le diría cuatro cosas sobre dónde puede incrustar ese taco.
Lo bueno es que las puertas ya están colocadas, otro paso más que da la remodelación de mi futura casa.
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