Aquel inolvidable verano del 54.
Aunque ha llegado prácticamente de puntillas, Pixar nos vuelve a regalar una joyita que entretiene y llega diorecta al corazón. Tal vez no llega al nivel de sus grandes obras maestras, pero alcanza el nivel medio de Pixar, y eso ya es mucho decir.
Luca es un tritón, un monstruo marino que vive con sus padres en el fondo del mar, junto a la costa de un pequeño pueblo italiano, hasta que un día por avatares del destino termina visitando el exterior y convertido en humano. Conocerá gente y tendrá que aprender a disimular su verdadera naturaleza, ya que los monstruos marinos son temidos y odiados por el pueblo. Mientras tanto, jugará con todos los tópicos y homenajes a la cultura italiana y su cine clásico.
La película es sobre todo un bello canto al amor, a la amistad a la aceptación de la diversidad y la tolerancia, así como un bonito recuerdo a aquellos maravillosos y despreocupados veranos de la infancia. Y, como no podía, ser de otra manera, al final todo termina de la mejor manera posible, para dejarnos con una sonrisa en los labios.
Para terminar, y sin que esto sea ninguna noticia, los títulos de crédito son una maravilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario