Obviamente se me da mejor la cocina que la fotografía.
Otra vez domingo, el más largo del año, y toca reseñar el fin de semana.
El viernes, día de climatología voluble, aproveché para ver M.O.DO.K., ir al gimnasio a sudar y ver Prison Break y luego terminar de ver, por segunda, vez Wandavision con mi señora.
El sábado por la mañana gimnasio, paseo y comida: macarrones con una salsa boloñesa casera hecha por mí. Por la tarde paseo con unos amigos, cinefórum con Luca, la nueva de Pixar, y cena en un sitio de pokes.
Domingo vuelvo a hacer el combo de gimnasio y cocina. Esta vez me dedico a jugar con los ingredientes y guiso unas pechugas de pollo con patatas, haciendo un experimento que, si bien no es el culmen de la originalidad, yo nunca había puesto en práctica. ¿Y si en vez de vino blanco echo raddler? Lleva cerveza, lleva limón, no tiene por qué saber mal (spoiler: sabe rico).
Para comer vamos a por unas pizzas argentinas y la tarde es para el rol, con la primera sesión de La gran campaña de Pendrago, donde damos caza a un enorme jabalí, un gigantesco y blindado toro de fuego, y somos ungidos caballeros del rey Uther.
Eso ha sido todo, más o menos.
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