El título es una exageración, solo son dos horas y media.
Mentiría si negara que esta nueva propuesta de Marvel Studios me llamaba a priori bastante poco la atención y que me movían más el completismo y la curiosidad, pues casi todo lo que ha salido del UCM me ha gustado bastante, y si algo me enseñó Guardianes de la Galaxia es que se puede sacar petróleo de personajes no tan conocidos. Tenía claro que quería ver esta película, pero las expectativas eran un "a ver qué me encuentro". Y lo que me encontré me ha gustado mucho.
Nos cuenta una historia muy épica, enraizada en los comienzos de la humanidad, con estos personajes que aunque no lo sabíamos siempre han estado ahí, y nos cuenta también la historia de esos personajes, que es donde está el acierto, y es que consigue dotar a todos de carisma, siendo muy meritorio plantar de repente a 10 personajes nuevos, sin que ninguno de ellos resulte soso u olvidable. Además a eso ayuda que la historia maneja un tropo de la ficción que a mí particularmente me encanta, que es el de "volver a reunir al grupo". Y que son personajes que tienen su recorrido, que no se limitan a ser clichés planos, algo que ayuda mucho a dar sustancia a los vuelcos de guión, que los tiene, y que algunos no me los vi venir en absoluto.
Maneja muy bien, para mi gusto, el tono, combinando la más alta épica con los momentos de humor más cotidiano, que en realidad sirven para dotar de profundidad a los personajes y no se conviertan en los estereotipos huecos de los que hablaba arriba.
¿Qué decir de lo visual? Viniendo de la directora de Nomadland aquí cabía poca sorpresa, pero con la salvedad de algunas escenas en las que se pasan con la oscuridad, las hay que son un auténtico regalo para los ojos, y hay momentos en los que la belleza visual se apodera de la pantalla, para disfrute del espectador, pero sin que a la vez dejen de pasar cosas. Porque recrearse en la fotografía no tiene por qué estar reñido con hacer que avance la historia.
Vamos ahora a su conexión con el resto del UCM. En realidad creo que esta es una película que habría funcionado muy bien sin que tuviera nada que ver con Marvel, pero tiene el poderosísimo añadido de ser de Marvel, lo que no solo permite decorar la película con gratificantes pinceladas sobre lo sucedido en otras películas, sino que además abre melones que serán muy importantes para el futuro del UCM, especialmente en sus dos escenas postcréditos, que darán, sin duda, mucho juego.
Muy contento con la película, la verdad, y mención especial para Kit Harington, que consigue no dar vergüenza ajena, lo que es un alivio, pues presenta a un personaje muy querido de los cómics (al menos por mi parte) y que puede, debería, dar muchísimo juego en el futuro.
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