Te matará... de aburrimiento.
La saga Halloween tuvo en 2018 una secuela que ignoraba todas las anteriores y continuaba directamente la historia original, en una película que sin ser una maravilla cumplía. Pero ahora, tres años más tarde, nos traen una continuacion directa que no cumple, no aporta nada realmente interesante y, lo que es peor, ni niquiera entretiene.
Sin sentido ni gracia, se limita a plantar una sucesión de personajes prescindibles muriendo de forma horrible (eso bien, que es lo que se le pide a un slasher), pero de forma aburrida y demasiado caótica, repleta de escenas confusas que no llevan a nada. Intenta, aunque sin demasiado exito, ampliar su propio universo y retomar personajes clásicos, aunque se quedan en caricaturas desdibujadas.
Lo único salvable, las partes de la película que se desarrollan en 1978, que consiguen simular muy bien la parte visual de una película de esa época, como también consiguen los títulos de crédito, homenajeando la cinta de Carpenter y Hill. Pero aparte de eso, película a evitar.
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