La única partida que gané ayer.
El elemento central de este fin de semana es obvio, pero no lo único. Además, como sobre eso ya se hablará mucho en los medios, procedo a narrar mi fin de semana.
El viernes tarde de consola y noche de hamburguesa, sin mucho más que destacar, y que a las 23:30 estaba ya en casa. Eso me vino bien, ya que el sábado pude levantarme pronto para ir a la lonja y jugar un Dungeon Petz, y tras unas ricas pizzas, por la tarde cayeron un Jerusalem (no solo no gané, es que quedé último) y un Oceános de Papel, de parecido resultado. Al menos me resarcí con el Ejército de Terracota, donde gané holgadamente.
Hoy domingo, dedico la mañana a revisar correos de TdN y asignaciones de personaje, antes de ir a votar. Y por la tarde, más juegos, con dos victorias holgadas de Quartermaster General (una con cada bando) y dos victorias apretadas a Reinos Rodados y ¡Nó, gracias!
Sin embargo, el resultado más importante, el electoral, parece que no se está dando tan mal, y que nos libraremos de tener nazis en el Gobierno, al menos durante una temporada.
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