Ni la presencia de Javier Gutiérrez salva la película.
Rocafort es una estación verídica del metro de Barcelona, rodeada de un aura de misterio y una leyenda negra por haber sido escenario de varios suicidios y algunos asesinatos.
Es sobre esa leyenda negra donde se apoya esta película para contarnos la tediosa historia de Laura, una vigilante de seguridad que un día presencia cosas muy extrañas y se embarca en la búsqueda de Román, un ex-policía que dejó el cuerpo, traumatizado por haber presenciado un asesinato múltiple en esa misma estación y ahora es escritor. A ellos se suma Cris, una misteriosa amiga de Laura, que abrirá nuevas incógnitas en este asunto.
El resultado es una película para mí tediosa, con una historia que no iba a ninguna parte interesante, sin demasiado sentido y con un final demasiado abrupto, que no mejora la cosa. No será una película que recuerde.
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