Las dos caras de Boone Dias.
Ya hablé de este cómic cuando estuve en su presentación hace unos días, y la verdad es que asistir a una presentación de un libro tiene como efecto que cuando lo comienzas a leer ya lo sientes un poco tuyo, y en especial cuando te lo venden tan bien como David Rubín (este tío es un grande), que lo coges con muchas ganas.
Ether es una historia de dos mundos, el real y el mágico Ether, dos realidades entre las que viaja Boone Dias, un vagabundo en la tierra y un respetado detective en Ether, donde vive grandes aventuras. Así contado, es verdad, suena al eterno pastiche, pero en sus páginas se encuentra todo un mundo fascinante y repleto de detalles que cautivan al lector, a lo que ayuda el excelente nivel gráfico de lo que se nota que es una obra muy cuidada.
Con un estudiado equilibrio entre usar clichés y romperlos, nos transporta por ese mundo y nos enseña su lado más sombrío, enlazando con la historia de Boone en la tierra, de cómo pasó de ser un reputado científico a vivir en la calle con la investigación del asesinato de una importante personalidad, sin disimular en ningún momento quién está detrás, con uno de esos malos taimados y ladinos a los que es fácil odiar, con una clara y reconocida inspiración en el Moriarty de Holmes.
Pero lo mejor son los detalles, esas píldoras de ambientación que va dejando entre capítulos, con la fisionomía de las balas mágicas o esos pajaritos de insoportable trino, o su curioso sentido del humor, basado a veces en elementos tan contradictorios como ese medio de transporte que es un caracol ultrarrápido, o personajes como un hada que se marea al volar. Como dijeron en la presentación, el cómic empieza con alguien siendo enviado de una dimensión a otra con una patada en el culo, lo que es toda una declaración de intenciones.
Pero ojo, que a pesar de estos toques la obra no es cómica, sino que adquiere unos tintes bastante más oscuros, con la proporción exacta para lograr que una vez leída la última página ya estemos deseando que llegue el siguiente volumen.
Una obra francamente recomendable, y desde mi lado más friki, una fuente poderosa de inspiración para ambientar partidas de rol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario