Rompiendo la regla de la rejugabilidad.
A lo fácil, por no dejar esto sin actualizar. El viernes, ya lo adelanté, me compraba la raspberry y trasteaba con ella antes de ir a la lonja a jugar a cosas. Carcassonne y T.I.M.E. Stories, un curioso juego cuya peculiaridad es que solo se puede jugar una vez. Yo lo juego una segunda vez, para poder llenar la partida y que gente que no lo había probado pudiera hacerlo. Posible sí, pero se resiente muchísimo al perderse la sorpresa.
Sábado por la tarde me voy al cine a ver Life (pensaba reseñarla hoy, pero me ha dado pereza) y a la salida me acerco a Game a comprar de segunda mano el NBA 2K15 (ya que esta semana el baloncesto de verdad no daba alegrías, a probar con el virtual) y decido volver a Bilbao no en autobús ni en metro sino andando. Hora y cuarto aproximada de paseo, lo que con el buen tiempo que hacía es hasta agradable.
Por la noche me quedo en casa, descansando de la pateada y, eh, "probando" el juego nuevo.
Domingo poca cosa, con día casero, visita por la tarde a ver si hay gente en la lonja (¡agua!) y a última hora un improvisado pintxo-pote. Esto ha sido el fin de semana, mañana a currar.
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