El cambio de horario es lo que tiene, que al pasar de las 3 del sábado a las 2 hay una hora más, ¿no?
Yendo a la crónica, el viernes un poco de juegos de mesa, con tres partida de La expedición perdida (ganamos dos de ellas) y dos al Castel Combo (la primera la gano por paliza, la segunda pierdo) y a cenar sushi con mi señora novia.
El sábado por la mañana toca levantarse pronto, para seguir pintando y adecentando la lonja. Aprovechamos también para mover un mueble viejo que siempre había estado ahí, y entre la capa de mierda aparecen cosas como las monedas de la foto. No nos haremos ricos pero es anecdótico. Luego un pintxopote expés y a casa a comer. Por la tarde quedamos con unos amigos en Etxebarri y acabamos cenando allí unas hamburguesas.
El domingo, algo descolocado con el cambio de hora, un poco de Civilization matutino y pintxopote, por la tarde partidazo (pero derrota) contra Valencia en Miribilla y ya en casa sigo con mi ciclo de 007, siendo hoy el turno de Goldfinger.
Creo que no me dejo nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario