Mireia Oriol.
Fue bastante sonado en su día el caso de Nevenka Fernández, una concejal del ayuntamiento de Ponferrada que tras una breve relación fue sexualmente acosada, de forma sistmática, por el cacique del pueblo, el alcalde Ismael Fernández. Cuando Nevenka se atrevió por fin a denunciar, tuvo que enfrentarse a la cacería de la opinión pública y sentirse juzgada, como si la agresora fuera ella. Y aunque hubo condena, todo quedó con el agresor tapando el tema con dinero y la víctima exiliada del país.
Esta historia fue llevada a Netflix hace unos tres años y ahora la lleva a la gran pantalla Icíar Bollain, donde Mireia Oriol es Nevenka Fernández y un soberbio Urko Olazabal da vida magistralmente a un odioso pero carismático Ismael Álvarez. Nuevamente, y como pasó en Maixabel, este actor brilla bajo la dirección de Bollain.
Una historia dura, en la que es imposible no empatizar con Nevenka, a la vez que emocionarse y cabrearse a partes iguales. También un homenaje a todas las Nevenkas que han pasado por lo mismo y no pudieron denunciar y ojalá que nunca vuelva a haber casos como este. Por desgracia los seguirá habiendo, me temo, pero espero que cada vez menos, y sin tanta impunidad.
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