Antonio de la Torre se atreve con el francés.
El reclamo de la participación del que, en mi opinión, es uno de los mejores actores españoles de la actualidad, fue el reclamo que me llevó a ver este thriller belga en el que De la Torre es Leo Castañeda, un conductor del metro de Bruselas atormentado por el atropello de un suicida que se tira a las vías.
La historia se irá complicando, como suele ser habitual en estos casos, cuando la policía empieza a hacer preguntas y se va viendo que el suicidio no es tan casual, nadie es lo que parece y todo es mucho más complicado que lo que se podría pensar, lo que da lugar a una oscura historia, con toques bastante violentos y peleas cuyos golpes duelen de verdad.
Eficaz.
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