Cartel genérico de comedia española (de las que me suelen gustar).
Esta es la historia de Diego, un hombre que no es feliz en su matrimonio con Lucía, ya que ella tiene un carácter que a él le resulta insoportable, y como no se atreve a dar el paso de separarse, decide contratar a un seductor profesional, para que se la camele y ella le ponga los cuernos, para así tener la excusa perfecta. Vamos, todo muy maduro y honesto.
Pero es verdad que si empezamos a rascar y a tomarnos en serio lo que es la premisa de una comedia ligera nos quedamos sin película, así que dejando de lado la terrible toxicidad de su protagonista (que en cine queda muy bien y el actor es muy majete, pero que en la vida real no querría ni en pintura), el desarrollo es más o menos el previsible, ideal para pasar el rato y un final buenrollista, que hace salir de la sala con una sonrisa. Ni más ni menos lo que esperaba de ella, así que contento.
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