La partida de Omertá.
Hoy, lo reconozco, es uno de esos días en los que realmente no tengo nada que contar y hago una entrada de absoluto relleno, porque no ha pasado nada especialmente reseñable. El viernes me quedé en casa toda la tarde, dando al Monster Train en el ordenador (salvo el rato que salí a hacer la compra) y por la noche al cine, a ver la nueva de Thor.
El sábado se me fue la mañana en no hacer nada y por la tarde tuve partida de rol (Omertá, sobre la mafia italoamericana de los años 20) y por la noche una partida al juego de mesa La furia de Dracula. Y luego, como hacía bueno, nos cogimos unas latas y al parque de tertulia.
El domingo, sin demasiada historia: por la mañana al parque a leer un rato y por la tarde sacando un poco de lustre a la Xbox.
Y creo que entre eso y perfilar las partidas que tengo que dirigir en TdN se me ha ido la cosa.
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