Ahora en rojo.
La silla de oficina que uso para el ordenador empezaba a estar ya un poco ajada. No tanto por la parte estructural, sino porque la tapicería se estaba desconchando ya demasiado, así que como regalo navideño mi señor padre tuvo a bien regalarme la que se ve en la foto.
En realidad me la regaló hace una semana, pero hasta hoy no me había puesto a desembalarla y montarla, y es que la foto de una caja de cartón luce menos que la de una silla ya montada. Y hoy, que ya me he puesto con ello, aunque alguna juntura se resistía un poco, ya tengo la silla nueva y hábil.
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