El robo-spa
Hace algún tiempo hablé por aquí de una llamada publicitaria en la que detecté que la voz que me llamaba no era una persona, sino una inteligencia artificial programada con reconocimiento de voz y responder con una cierta coherencia a lo que se le dice.
Bien. Esta semana he recibido ya varias llamadas protagonizadas por bots, en las que una amable voz (a veces masculina, a veces femenina), me comunica la apertura de un nuevo hotel con spa y no sé qué más cosas (tampoco es que les haga mucho caso), y la cuestión es que estas llamadas ya las había recibido (e ignorado) hacía tiempo, pero no había caído en la cuenta, hasta darme cuenta de lo repetitivas que eran, que son bots.
Obviamente, lo primero que harán es negarlos, y si les preguntas si lo son contestarán "jaja, me lo dicen muchas veces", e incluso "entienda que tenemos que ceñirnos a un guión", hasta el punto en el que va a ser difícil diferenciarlos de un humano de verdad.
Bonita distopía de ciencia ficción la que se nos avecina con esto.
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