En realidad el título de la entrada es mentira, ya que si bien esta semana ha sido extremadamente lluviosa, este fin de semana ha habido bastante tregua. Pero era una manera de homenajear la película del viernes, del que lo más destacable es precisamente eso, que fui al cine a ver Cantando bajo la lluvia, como ya comenté ayer.
El sábado por la mañana salí a dar una vuelta y tras comer me fui a Megapark, a donde suelo ir al cine, salvo que me salté la parte del cine y fui simplemente para pegarme la caminata de vuelta, que me suele gustar hacer ese paseo.
Por la tarde una de juegos, con Beyond the sun, ¡No gracias! y Ascension y por la noche cena en casa del amigo Gabriel y tertulia hasta que a eso de la 1:30 se fueron de bailoteo y yo opté por retirarme.
Domingo con una mañana tranquila, viendo capítulos viejos de Policías: en el corazón de la calle y para comer al Udon, aunque la somnolencia del incipiente resfriado me hace ir a casa a echar la siesta, y tras una tarde apalancado en el sofá, paseito para airearme y a casa, que mañana toca de nuevo madrugar.
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